La marca del otoño. Publicación antología «Relatos de otoño de Ediciones Embrujo»

Hoy es mi cumpleaños. Cumplo 60 años. Siempre coincide en la segunda semana de la entrada del otoño, la semana más importante de mi vida. Y no hay día que pase, que no me acuerde de él. ¿Cómo hubiera sido mi vida junto a él? ¿Qué estaríamos haciendo ahora mismo? No lo sé, imagino que hubiera sido inmensamente feliz o lo mismo no. ¡Quién sabe!

Tengo un marido estupendo. Me adora, bebe los vientos por mí. A mí me falta poder mirarle y que mi estómago se encoja. Echo de menos cuando hacemos el amor y notar que mi respiración se está perdiendo de placer. Me falta todo lo que viví con él. Me falta cruzar nuestras miradas en los momentos claves y  decirnos “Te amo”.

Pero fue imposible. Fuimos la típica pareja que, por culpa de sus padres, fuimos separados para siempre. Lo que jamás consiguieron fue, olvidar nuestros momentos, lo que llegamos a vivir juntos, nuestras risas; lo que nos amamos. Eso es imposible de olvidar. La llegada del otoño siempre me lleva a revivir nuestros momentos.

Hay veces que le siento a mi lado. Tanto, que incluso comienzo a tocarme cuando estoy sola imaginándome que es su mano. Escucho susurrarme al oído y consigue  que me acelere llegando al éxtasis de inmediato. ¡Dios! ¡Qué placer! Placer que solo él supo darme.

Ahora toca arreglarse para celebrar mi cumpleaños. Mi hija y mi marido me han preparado algo muy especial para hoy. ¿Qué será? Sea lo que sea, me encantará.

A la hora indicada suena el timbre de casa y me espera un taxi. Toca irse y disfrutar de mi regalo.

Durante el camino disfruto del cambio del paisaje por la entrada de la nueva estación.  Ya se van viendo las primeras caídas de hojas en los árboles caducos, el cambio de clima y las temperaturas hacen, que no olvides esa chaqueta que te quita el pequeño frescor de los brazos. ¡Adoro y me entristece al mismo tiempo esta estación! Lo dimos y lo perdimos todo.

No estaba dando crédito del lugar donde me había traído el conductor. “Mi lugar favorito” «Pero si jamás les he hablado de este lugar» ¿Cómo han podido saberlo? De inmediato noto como algo nace dentro de mí.

Después de exhalar un pequeño suspiro y relajar un poco mi cuerpo apareció mi marido. Estaba guapísimo. Se acercó y me dio un beso en los labios.

—Silvia, estás, estás… maravillosa. Uff, vas a ser la más guapa de todo el lugar. ¿Preparada para lo que viene? — Sus ojos brillaban de emoción.

—Sí. Claro que sí, mi amor. Estoy deseando disfrutar con vosotros. — Me comenzaron a  temblar las piernas. Estaba a punto de cruzar la misma puerta.

Ya estoy dentro. Es curioso, tiene el mismo olor. Casi nada ha cambiado y ahora estoy con otro hombre. El destino es muy caprichoso.

Se abrieron las puertas del salón “Mi luz” y ahí estaban todas las personas que han sido importantes a lo largo de mi vida. ¡Qué bonito! Es la primera vez que estoy sintiendo emoción de ver a tanta vida junta.

A las dos horas de estar disfrutando de mi fiesta, mi hija me indica, que el director del hotel quiere conocerme. Han sido tantas veces las que ha tenido que venir la pobre para cerrar todo a mi gusto, que él tenía curiosidad de saber quién era la homenajeada. Según estaban ambos cruzando la puerta de la sala, sentí como mi cuerpo daba un vuelco. Sí, mis sentimientos comenzaron a aflorar. ¡No podía ser! ¡Es imposible! Es fruto de mi imaginación. ¿Es él? O eran mis ganas de que así fuera.

Pero no. No era mi mente. Era él. Habían pasado 40 años. ¡Dios de mi alma! 40 años desde la última vez. El mismo sitio. Lugar donde pasamos nuestro inolvidable e único fin de semana juntos. Aquí nos separaron nuestros padres cuando se enteraron que nos habíamos escapado.

Aquí fue donde  pase el mejor fin de semana de mi vida en brazos de la persona que he amado siempre. En este mismo lugar fue donde nos juramos amor eterno y nunca lo pudimos cumplir. Ahora y en este mismo lugar, le vuelvo a encontrar.  ¿Le he encontrado yo a él o ha sido al revés? ¿Ha vuelto a ser el destino? ¡Maldito destino!

Nos fundimos en un largo abrazo. Estuvo lleno de cariño, amor, esperanza y sobre todo, de respeto. Al separarnos, nuestras miradas se fijaron. Estuvimos más de diez minutos sin decirnos nada. ¡Sólo nos mirábamos! Éramos conscientes de lo que cada uno estaba recordando, aquí y ahora. Nuestro último fin de semana, el mismo lugar donde nos hallamos. Eso sí, 40 años más viejos.


Gilda FLawan

46 comentarios en “La marca del otoño. Publicación antología «Relatos de otoño de Ediciones Embrujo»”

  1. Pero bueno y qué pasó?????, hay segunda parte no????, no nos puedes dejar así 🤣🤣🤣🤣, me ha encantado, eres genial, sigue así 😍😍😍😍

  2. Hay amores que nunca se olvidan y que siempre te marcan en tu vida un antes y un despues. Si son relaciones cortadas por imposicion te quedara siempre la duda de como hubieran sido , de verdad hubieramos sido felices? La duda estara siempre y te llevara a idealizar aquella relacion cortada bruscamente .

  3. Si algo caracteriza tus escritos, es el sentimiento y las emociones que emanan de ellos. Son profundos, realistas y cargados de un realismo latente. Sencillamente geniales…

  4. Se han vuelto a ver y han sentido lo mismo…. amor verdadero correspondido, por el que merece y se debe, luchar. Y sí, han estado 40 años separados…duro pero no triste, lo auténticamente triste es vivir sin encontrar, ni sentir , el amor verdadero. Gilda me ha súper súper encantado y emocionado ❤️

  5. Muy bonito. Seguro que a todos nos ha traído el recuerdo de momentos felices y plenos en nuestras vidas.
    Me ha hecho pasar un momento lleno de sentimiento.
    Gracias.

  6. Estimada amiga: No sé cómo empezar mi comentario. Tienes muchos fans y como soy también escritor podría señalar algunos aspectos sencillos pero fundamentales, tanto en lo formal como en lo relacionado con el desarrollo de la historia. Por lo cual me remito a tu pronta respuesta para saber de qué manera puedo aportar mis modestos conocimientos literarios. Gracias y todo mi respeto y afecto.

  7. Interesante historia, que no por ser habitual en aquellos tiempos en que la opinion de los padres tenía tanto peso, deja de ser emotiva. Me ha gustado, me ha hecho revivir los años de juventud y que pueda imaginar qué pasará tras el reencuentro, dependiendo seguramente de mi estado de ánimo, me engancha.

  8. Me gusta la reflexión, «¿le he encontrado yo a él o ha sido al revés?» Paradojas del destino.
    Y reconforta ese «.. abrazo lleno de cariño, amor, esperanza y sobre todo, de respeto».
    Con este precioso relato nos damos cuenta de que los años consiguen transformar la pasión en cariño y respeto. Si eso es envejecer, pues a por ello!

  9. Que bonita historia y triste por otra parte. Yo la verdad no sabría que hacer a esas alturas, 40 años después sería una inmensa alegria, un subidon, un vinito quizás pero ya.
    😂😂 Una gran historia..
    Gracias Gilda

  10. Wow!! Qué maravilla!! Qué momentazo!! Cuando el amor es verdadero, da igual el tiempo que pase, siempre seguirá ahí 💞.
    Me ha encantado. LOVE a tope.
    😘😘

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