La Mascota
¿Qué es ese ruido? Escucho desde mi habitación. Apenas puedo abrir los ojos. Me asusto al comprobar que estoy sentada en medio de la cama. Vuelvo a escuchar el mismo ruido, esta vez, los abro de golpe. Decido echar un vistazo. Me acerco a la cocina con recelo, despacio; no quiero despertar a Marta, ya que duerme tranquila en su habitación
Mientras voy por el pasillo casi a oscuras, escucho como alguien mastica salvajemente. Me paro para escuchar bien y no logro averiguar de dónde viene ese ruido, siento que mi cuerpo reacciona con rechazo. ¡Dios que grima me da! Mis piernas se tambalean, no me dan tregua; me cuesta andar. De inmediato, mi corazón se dispara por el miedo. «Siento mucho miedo.»
Con sigilo voy hacia la cocina. Enciendo la luz. Busco a Caldi, pero no le veo. ¡Qué raro! «Siempre está en la cocina» ¡Maldito gato!
Me fijo bien y me parece que hay sangre en el suelo. Sí, es un pequeño rastro que se dirige hacia el pasillo. Cojo el cuchillo más grande y con el corazón en un puño sigo su camino. «Por favor que no haya nadie, que no haya nadie» noto como se acelera mi pulso. El rastro de sangre va hacia la habitación de ella, mi niña. «¿Habrá entrado alguien? ¿Le habrá pasado algo?» El pánico se apodera de mí. Miro el cuchillo y lo levanto con todas las fuerzas del mundo.
Apenas veo, pero no quiero encender las luces. De nuevo el repugnante ruido. «¡Dios! Proviene de la habitación de mi hija. Me pone los pelos de punta; me recuerda cuando corto una alita de pollo con las manos, es el mismo crujir de huesos. ¡Qué horror! Quiero correr pero no puedo. Miro el pasillo, se me hace eterno. Intento correr, pero me es imposible. ¡No llego! ¡No llego!»
A medida que me acerco escucho una risa histriónica, mi hija está en peligro. —¡Martaaa, ya voy cariño! ¡Mamá está llegando!—grito. Siento caer por los lados de mi frente, gotas de sudor, pero no las hago caso. El pánico se está apoderando de mí, no puedo perder la calma, se trata de la vida de mi hija.
Mi cuerpo y corazón frenan de golpe al situarse enfrente de su puerta. No se oye nada. «Cómo la hayas tocado un solo pelo, te mato»—suspiro. Pongo mi mano sobre el pomo de la puerta y siento que está caliente. Acaba de entrar. No le ha dado tiempo a hacer nada. Ahora me toca actuar. —me digo en voz baja.
Confusa y con miedo abro la puerta. Suspiro al encontrarme a Marta sentada en medio de la cama, está de espaldas. Corro hacia ella y la abrazo con todas mis fuerzas. La miro por todos lados y no tiene nada. Lloro desconsoladamente, pero sobre todo, de alegría.
Me fijo y veo que tiene la boquita llena de sangre. Me recorre un escalofrío. Ella me devuelve el abrazo y con voz dulce me dice:
—Mami, me gusta esta carne. ¿Compramos más gatitos?
Gilda FLawan
Vaya final…
Espectacular. ¡¡¡ Buenísimo !!!
Me has dejado con la boca abierta. Enhorabuena.
Mil gracias. Intento llamar vuestra atención en los relatos. No es nada fácil, por ese motivo me gustan los retos. Gracias por comentar. Un beso.
Excelente, mucho suspenso, y el final, medio terrorífico, pensé que el gato grande de la casa había casado a un roedor, la felicito.
Gracias
Fernando, sí, el final es totalmente diferente. La mente de cada lector es libre de pensar una cosa y luego ser otra. Me alegra saber que te ha gustado. Mil gracias. Un saludo.
Me he quitado muerta cariño , que escalofríos Jajaja
Buenísimo !!!!!♥️
Gracias, Nieves. De eso se trata 😊 un beso.
imposible imaginar el final.
gracias.
Hola, Martín. El final es duro, pero eso es lo que tiene este tipo de relatos. Terror, thriller… gracias. Un saludo.
El final me ha dejado estupefacta. Entiendo que la niña, Marta, se estaba comiendo a Candi, el gato. Qué fuerte …
Lo has entendido bien. Yo cuando terminé de escribirlo, me dio un yuyu… pero son historias ficticias. Gracias por comentar. Un saludo.
Tela con Martita, te puedes imaginar muchos finales pero no esté!
Felicidades, genial como siempre.
A la próxima, si quieres dormir más tranquila, dale de cenar, que no se quede con hambre.
Telita con la niña. A mí, me da algo si fuera mi hija…
Por cierto, cena mucho y sobre todo carne. 🤣
Gracias por tu comentario. Un beso.
En vilo hasta el final !!!!! Esperaba cualquier desenlace menos este. Me ha sorprendido !!!
De eso se trata, teneros en vilo hasta el final y luego sorprendernos. Gracias por tu comentario, Noemí. Un beso.
Ostia que final!… Sigo con la boca abierta
Me ha encantado tu reacción del relato. Gracias, Carmen. Un beso.
Pero como nos dejas así????🤣🤣🤣🤣, madre mía que buena eres, como siempre sorprendiendo, sigue así, eres genial😘😘😘
¡Ay, Vane! Me encanta tu comentario. 🤣 me dijeron un día esta frase: «Nunca des nads por hecho en esta vida» Pues lo mismo con mis relatos… Mil gracias. Un beso.
Ufff, que bueno!!! Mantendré a mis gatos alejados 😉
Mil gracias. Me encanta que te haya gustado. No es fácil sorprender con letras, pero estoy contenta del resultado. Los gatos poseen una energía maravillosa. Un beso.
Fantástico Gilda. Te pone en tensión, estás viviendo a tope cada linea, de eso se trata. De nuevo felicidades
Muchísimas gracias Nati. De eso se trataba y parece que lo he conseguido. Gracias por comentar. Un beso.
Lo último que me esperaba era ese final. Muy bueno ! Como has conseguido de una situación al final tranquilizadora y tierna ponernos los pelos de punta. Enhorabuena
Marta, ese es mi trabajo, envolveros en una historia con un final inesperado. Me alegra muchísimo saber que te ha gustado. Un beso.
Absolutamente impresionante, todavía tengo la piel de gallina. Final aterrador. Es increíble cómo con un relato tan corto me has hecho sentir tantísimo. Has nacido para esto, tu eres escritora sin ninguna duda. Un abrazo
Hola, Ana. Me encanta ver tu reacción. Bueno, me salió este final. Jaja. Gracias por comentar. Un beso.
Película de suspense y miedo, muy bueno. Vaya final, ni lo imaginas. Me da pena el gato, porque yo tengo uno… 😉
Hola, Conchi. Sí, final para pensárselo… salió así. Gracias por comentar. Un beso.
Un final inesperado. Pensaba que iba a ser el gato el que le había llevado a la niña algún roedor o algún animal
Uauuu…!!
A medida que voy avanzando en el relato me incomoda la incertidumbre y se me dispara la imaginación presagiando, seguramente, un desenlace nada convencional. Pero lo que nunca podía haber sospechado, ni por asomo, es este sobrecogedor y escalofriante final! Me ha tenido desconcertada y en vilo hasta la última palabra. ¡Genial!
Hola, Mireia. Menos mal que es corto el relato, jajaja
Mea alegro mucho del haberte tenido así, ese era el propósito. Mil gracias. Un beso.
Que estresss!! No llegabas nunca!!! Jajaj 👏🏻👏🏻👏🏻😘
Me parto. El miedo hace eso, ralentiza todo, por eso nunca llegaba. Gracias por comentar. Un beso.
Gildaaaa , madre mia.. Pensaba e ilustraba toda la historia y me decia.. llama al 112 llama al 112 jajajaja.. y cuando llegó el final me dije.. uff menos mal no llamó jajaja.. Que giro le has dado!!
Tus relatos me hacen recrear la historia..
Enhorabuena
Como me gusta leer esto. Me encanta que os pongáis en la piel del personaje. De eso se trata. Mil gracias por comentar. Un beso.
Madre mía!! Me ha encantado el suspense!! Pero qué miedo de niña!! El final me ha dejado flipando, toda la dulzura de Marta se ha ido a freir espárragos 😂😂, y se ha convertido en la niña del exorcista… ¡Qué tensión, por Dios!
Enhorabuena Gilda!! Me has vuelto a atrapar!! 😃
No puedes fiarte de nadie. Y sí, la niña, tela marinera. Un beso.
Gracias por este relato que dirige la atención a ¿Qué pasara?.
Felicidades.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.
Traumatizada estoy. Has conseguido crear un sentimiento de angustia mientras lo leía.
Muy bien conseguido el relato.
Gracias
Jajaja. De eso se trata. Sacar tu angustia. Gracias por comentar. Un beso.