life, maze, uncertainty

Lo que me robaron

Introducción: Esta persona se puso en contacto conmigo porque necesita nuestra ayuda. Nuestro contacto ha sido por email. Se ha hecho uno exclusivamente para escribirme. Me ha contado muchas cosas y sentimientos que tiene ocultos por no poder hablar con franqueza. Tiene miedo, sí, mucho miedo por las reacciones de su propia familia e inclusive de personas de su alrededor.

Ahora yo quiero pediros que deis vuestra opinión al respecto, pero sobre todo, sed honestos y respetuosos del tema. Esta persona lo está pasando muy mal y quiere ver algo de luz.

Os dejo con su historia:

 

LO QUE ME ROBARON

Hola, compañeros. Sí, compañeros de lectura y seguidores de Gilda FLawan. Me he armado de valor y necesito de vuestra ayuda.

En primer lugar, quiero deciros que no quiero revelar mi sexo porque da igual mi género. No pretendo que nadie se deje llevar por sus ideologías. Solo quiero que lean mi historia y contesten con el corazón porque no sé qué hacer.

La edad que ahora mismo tengo me ha llevado a tomar una decisión. Tengo los años suficientes como  para dejar todo atado y dar un paso adelante.

Toda mi vida me he dedicado a estar pendiente de mi gente. Siempre me ha gustado estar al 100% por ellos. He dejado de tener o disfrutar ciertas cosas para que no les faltara de nada. Cierto es que casi nunca de esas veces me lo han pedido, pero me he visto con el deber de no fallarles.

Pienso que mi pareja es consciente realmente de lo que quiero, pero jamás ha hecho por sentarse conmigo y hablarlo. Eso sí que lo he echado de menos de esa persona. Pero no la juzgo, porque yo tampoco lo he hecho.

Nunca he estado fuera de casa más tiempo del debido. Nunca he tenido relaciones extramatrimoniales y os puedo asegurar que oportunidades he tenido, pero el RESPETO, es un valor al que venero.

Hemos construido una familia preciosa: Adela y Silvia. Ellas son lo mejor que hemos podido hacer juntos. Hemos creado dos vidas del amor que siempre nos hemos procesado. La vida nos ha enseñado que compartir es bueno, pero hay que saber hacerlo bien. Me explico. Cuando decides compartir una vida con una persona el camino es largo y muy duro, ya que aún no eres capaz de saber en qué persona te vas a convertir y al mismo tiempo, tienes que ir conociendo a tu pareja.

Estás en un continuo aprendizaje, en el cual, la montaña rusa es imparable. Te casas con el convencimiento que es lo mejor que te puede pasar, sin embargo, pasan los días, meses y años y, te das cuenta de que la vida no es un cuento de hadas. No existen príncipes azules ni princesas esperándoles.

La relación se va construyendo en otro camino al que tenías pensado. Llega la hora de ampliar y llegan  los hijos. Sí, esos que piensas que van a unirte más a esa persona con la que has elegido vivir… ¡qué error! Los hijos no unen tanto como te lo pintan, es más, es todo lo contrario. La pareja ahora se tiene que dividir para cuidar, educar y enseñar los valores de la vida a esas criaturitas que se ha decidido traer a este mundo.

Han pasado más de treinta años y mi relación con mi pareja sigue estable. En cambio, han cambiado muchas cosas dentro de mí. Me he dado cuenta de que los seres humanos nos convertimos en lo que realmente no queremos ser. Sí, como estáis leyendo. Nací en el año 1958. Dato importante para que os hagáis una idea de la educación que se recibía.

Hasta este mismo día, he dado lo mejor de mí a mi familia. He vivido exclusivamente para ellos sin arrepentirme de haberlo hecho. Mi pareja, como he comentado al principio, ha tenido todo. Y cuando digo todo es todo. Sin embargo,  a mí me ha faltado siempre algo: ser yo.

Después de vivir la vida que he elegido, o me han elegido, y por la forma en que me han educado y trasmitido los valores, he hecho todo lo que estaba de  mi mano. ¿Por qué os digo esto? Aquí viene mi dilema.

1.- Hemos educado a nuestras hijas para que jamás juzguen a los demás sin antes saber los motivos que le ha llevado a tomar una decisión.

2.- Tienen muy claro que, jamás de los jamases, tienen que sentirse forzados a hacer cosas porque la otra persona quiera hacerlo.

3.- Su vida es solo suya y no de nadie más.

Las hemos enseñado valores que a nosotros no nos han inculcado de pequeños, llegando a ser infelices junto a nuestras parejas.

Siempre he querido tener relaciones con personas de mi mismo sexo. Sí. Desgraciadamente, me ha tocado vivir este infierno. Lo llamo así porque no sabéis lo mal que se pasa vivir ocultando algo de lo que te sientes a gusto. Me encantaría poder gritar a los mil vientos que: quiero sentir a alguien como yo.

Mi pareja creo que siempre lo ha sabido, pero nunca me ha dicho nada por miedo a que me fuera. Yo tampoco he querido decirle nada, ya que no me veía yéndome a vivir la vida que quería y que esa persona siguiera su rumbo en solitario con mis hijas. No me parece bien, por eso no lo he hecho.

Ahora que mis hijas son mayores y mi pareja trabaja al igual que yo, tiene su independencia económica y vivimos bastante bien, creo que ha llegado el momento de contárselo. Os estaréis preguntado ¿Por qué no lo he hecho aún, verdad? No es tan fácil. Hemos criados a las hijas para que no juzguen, pero no os he dicho que mi suegro era comandante de la Guardia Civil. Eso quiere decir que, toda persona que se salga fuera de lo normal, no es aceptada por  ellos. Mi pareja se ha criado en un ambiente: pulcro, religioso y muy convencional, por ese motivo no sé cómo decírselo.

Por eso me he decido escribir a Gilda para que ella cuente mi historia y vosotros me ayudéis a aportar ideas para decirle a mi pareja que ha llegado la hora de vivir la vida que siempre me han impedido hacer, sin hacer daño a mis hijas y mucho menos a mi pareja.

¿Podéis ayudarme, por favor?

Muchísimas gracias de antemano.

 

Lector de Las reflexiones de Gilda

11 comentarios en “Lo que me robaron”

  1. Vaya tela…
    Yo me armaría de valor y se lo contaría. Si ella te quiere de verdad, dejará que «vueles». Habéis compartido una vida en común, pero como tu dices, te toca ser feliz a tí. Puedes perderlo todo o ganarte el respeto de `por vida, sin perder aquello por lo que has luchado siempre. No siempre se tiene que elegir. PIenso que se puede «compartir», siempre que se sea de consciente de hacia donde se va.

    Suerte…

  2. Que tu suegro sea Comandante de la Guardia civil no tendría por que ser un obstáculo, que este educado para ver diferente las cosas si.
    Por otro lado adelante, ya has pasado una vida dura ocultando algo que era mal visto por mucha gente, ahora ese grupo es más respetuoso con nuestras formas de ser, y seguro que tu pareja también, dolor vas a causar, pero pasara más rápido de lo que piensas y si no das el paso antes o después también lo crearas y pasaras.
    Con tacto y respeto, yo se lo comentaría a tu pareja.
    Aunque prefiero que la persona anónima que ha escrito esto, no sea mi mujer.

    Animo y suerte en el resto de tu nueva vida.

    1. Muchas gracias, Martin.
      Sí, es cierto que su suegro sea de la Guardia Civul, no significa que todos piensen lo mismo, pero en esas épocas estaba muy mal visto y más siendo alto cargo. Antes era más la reputación que la felicidad del mismo. Espero que tu suegro no sea del cuerpo. Jajaja

  3. Ayyy.. que dificil debe ser para esta persona su dia a dia.. A veces nos perdemos en las sombras de los demás y no vemos nuestra luz..
    Busca un buen momento y con honestidad dile lo que está pasando, seguramente lo entienda o no… seguramente le duela o no.. Pero tienes que decirselo y creo que es el momento.. No dejes pasar mas tiempo por el bien de los dos.
    La vida son 2 dias y ya llevamos 1.
    Suerte

  4. Bueno, yo lo tengo claro. Antes de ser la pareja de, el padre o la madre de, eres ante todo persona, y como persona debes ser feliz.
    Cuando compartimos nuestras vidas, hacemos precisamente eso, compartir, y nos adaptamos a la otra persona. Esto puede hacer que una parte de nosotros la dejemos en la cola. A veces son cosas con una importancia relativa, pero otras… otras nos marcan para siempre. O no… depende de nosotros. Por eso, si crees que ha llegado tu momento, que es ahora, te animo a que luches por ti. Nunca es tarde, y las personas que te quieren lo entenderán. Probablemente necesiten tiempo, pero al final lo harán. El respeto y la comprensión son otra forma de amar.
    Mucho ánimo!

  5. Ufff, qué pena estar encerrado en una vida que no te pertenece pero hay que echarle coraje y mucho para afrontar el cambio radical que anhelas y que además causará tanto dolor. Mi consejo es hacerlo por supuesto, pero no se ni cómo, pues lo mejor sería dar un cambio a tu vida de 180* y desaparecer para poder empezar de 0.
    Tremenda tesitura!!

  6. Qué duro y difícil vivir una vida escondiendo sentimientos!! En mi opinión es muy importante el respeto a los demás, pero para ello es necesario que antes nos respetemos a nosotros mismos. Momento duro el de decirlo tratando de causar el menor dolor posible, pero al cabo de treinta años lo mejor es la sinceridad….y esperar comprensión por la otra parte. Suerte!

    1. Hola, Nieves-Blues Jeans,
      Totalmente de acuerdo con tus palabras. Si no somos capaces de respetarnos a nosotros mismos, es imposible que el resto lo haga.
      Gracias por tu contestación.

Responder a Eva Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Únete al boletín

Recibirás un email por semana

Con las cosas de Gilda